María Antonieta, reina del rococó por Bárbara Rosillo

Durante la Edad Moderna las novedades en cuestiones de vestimenta surgían en las cortes y de allí pasaban al resto de la población. La moda es un fiel reflejo de la sociedad y a lo largo del siglo XVIII asistimos a un momento crucial en la historia de la indumentaria. A lo largo de dicha centuria, la femenina alcanzó unas cotas de fastuosidad y sofisticación que, tal vez, no han sido superadas. En 1774, con tan solo 19 años, María Antonieta de Habsburgo- Lorena se convirtió en reina de Francia. El encanto de la austriaca residía en el conjunto de su persona, de facciones delicadas e incluso poseía un gran magnetismo, según contaban algunos de sus más acérrimos detractores. María Antonieta ocupaba en Versalles el Gran Aposento de la Reina en el que desempeñaba las obligaciones inherentes a su cargo, como el “lever” (ritual cortesano que se producía nada más despertarse), las audiencias y comidas públicas, pero acostumbrada al ceremonial más sencillo de su niñez aspiraba a una vida con una menor exposición pública por lo que se refugiaba a menudo en sus gabinetes interiores, en el Petit Trianon o en la Aldea, un auténtico pueblo pintoresco al estilo normando que se hizo construir en el recinto de Versalles formado por un conjunto de once casas distribuidas en torno a un lago.

Françoise- Hubert Drouais, Maria Antonieta delfina de Francia, retratada como Hebe. 1773. Museo Condé. Castillo de Chantilly

Françoise- Hubert Drouais, Maria Antonieta delfina de Francia, retratada como Hebe. 1773.
Museo Condé. Castillo de Chantilly.

Richard Mique. Molino. 1783-1787. Aldea de la Reina. Parque de Versalles

Richard Mique. Molino. 1783-1787. Aldea de la Reina. Parque de Versalles.

Ser reina de Francia equivalía a convertirse en el modelo por antonomasia de las últimas tendencias. María Antonieta poseyó uno de los guardarropas más fastuosos de todos los tiempos ya que para cada estación se confeccionaban doce trajes de gala, doce de fantasía y doce de ceremonia. La vida en la corte estaba sujeta a unas complejas reglas de protocolo y cada ocasión requería un atuendo adecuado. La moda gala era seguida por todo el continente, María Antonieta se convirtió en su mejor embajadora y en un ejemplo a imitar por las damas pudientes. En este sentido, la costurera de la reina jugó un papel fundamental. Rose Bertin (1747-1813) fue su  modista y sombrerera desde 1770 a 1792. Rose era de origen humilde y aunque la etiqueta prohibía expresamente la entrada de una burguesa a los apartamentos privados de la reina, ambas se reunían dos veces a la semana para planear y decidir nuevos modelos, cada vez más complejos y extravagantes. En su magnífica biografía sobre la reina de Francia, Stephan Zeiwg afirma: “Mademoiselle Bertin salta por encima de las prescripciones de la etiqueta que prohíbe a una persona burguesa la entrada en los petites cabinets de la reina, esta artista en su género alcanza lo que Voltaire y todos los pintores y poetas del tiempo no lograron jamás: ser recibidos a solas por la reina”.

Elisabeth Vigée Lebrun. María Antonieta de Austria, Reina de Francia. 1783. Palacio de Versalles.

Elisabeth Vigée Lebrun. María Antonieta de Austria, Reina de Francia. 1783.
Palacio de Versalles.

Jean-François Janinet. Rose Bertin. Hacia 1780

Jean-François Janinet. Rose Bertin. Hacia 1780.

María Antonieta y Rose Bertin formaron el equipo creador de una de las indumentarias más sofisticadas y lujosas que han usado las mujeres a lo largo de la historia. Los modelos de la apodada “Ministra de la moda” tuvieron una enorme influencia en la época y su legado se considera que implantó las bases de la Alta Costura. A ella se le debe la creación del Gran Vestido de Corte, del vestido “a la polonesa” y del “vestido camisa”. Los atuendos concebidos por madame Bertin iban aparejados de espectaculares peinados que también traspasaron fronteras. A partir de 1770 las damas francesas comenzaron a usar pelucas que paulatinamente se fueron haciendo más altas y complejas. Normalmente eran blancas (se teñían con polvos de arroz) pero también se utilizaban los tonos pastel de moda en el momento como el rosa, el violeta o el azul. Las pelucas indicaban claramente el rango de la dama, las más pudientes podían permitirse diseñadores más caros y una mayor variedad de materiales.

Elisabeth Vigée Le Brun. María Antonieta con una rosa. 1783. Palacio de Versalles

Elisabeth Vigée Le Brun. María Antonieta con una rosa. 1783.
Palacio de Versalles.

Vestido a la polonesa. Seda. Francia. Hacia 1780. Metropolitan Museum. Nueva York

Vestido a la polonesa. Seda. Francia. Hacia 1780. Metropolitan Museum.
Nueva York.

El llamado “pouf” elevaba el pelo desde la misma raíz, para proporcionar la debida consistencia los cabellos se engrasaban o se utilizaban cremas para endurecerlos. Lógicamente, el pelo natural no era suficiente por lo que era preciso recurrir a postizos y pelucas. El “pouf” más extravagante que lució la reina estaba decorado con un barco, réplica de un navío francés, cuyo objeto fue la conmemoración de una victoria naval sobre Inglaterra. La asombrosa creación fue diseñada por Léonard Autié (1751-1820), el peluquero predilecto de María Antonieta, de humilde cuna al igual que Rose Bertin. El deseo de emulación que provoca la moda no es un hecho actual, las damas francesas se sintieron obligadas a imitar los peinados de la reina lo que ocasionó tales gastos, que  incluso se llegó a incurrir en deudas. Los peluqueros, además de diseñar, elaborar y colocar las pelucas tenían la tarea de mantenerlas en buen estado periódicamente. Los arreglos eran, en ocasiones, sumamente complejos y requerían horas de trabajo por lo que debían aguantar varios días hasta la siguiente visita del profesional.

Marie-Louise-Adélaïde Boizot. María Antonieta de Austria, Reina de Francia. 1775. Biblioteca Nacional de Francia

Marie-Louise-Adélaïde Boizot. María Antonieta de Austria, Reina de Francia. 1775.
Biblioteca Nacional de Francia.

Vestido a la francesa. Seda. 1780. Instituto de la Indumentaria. Kyoto

Vestido a la francesa. Seda.  1780. Instituto de la Indumentaria. Kyoto.

El cambio de tendencia se produjo en la misma reina. Al dar a luz al heredero perdió bastante cabello por lo que Leonard propuso el peinado “a l´enfant”, un arreglo más sencillo para lo cual fue necesario cortarle la melena. La historia es cíclica, y a grandes excesos suelen suceder periodos más discretos. María Antonieta fue una adelantada a su tiempo y hacia 1775 adoptó un atuendo más sencillo y natural que se tradujo en un traje vaporoso confeccionado con muselina y que fue denominado “vestido camisa”. La reina se hizo retratar por Elisabeth Vigée Le Brun luciendo este modelo y tocada con un simple sombrero de paja; la pintura fue expuesta en el Salón  de 1783 provocando un fuerte rechazo, ya que María Antonieta se presentaba demasiado sencilla y exenta de los atributos propios de su dignidad. En definitiva, era demasiado moderno para la época pero en él se encontraba ya el germen de lo que se desarrollaría no mucho tiempo después. Tras la Revolución Francesa se sucedieron una serie de profundos cambios en la indumentaria femenina que paradójicamente comenzaron en el vestuario de “Madame déficit”, pero eso ya es otra historia.

Elisabeth Vigée-Lebrun. La reina María Antonieta con una rosa. 1783. Palacio de Versalles

Elisabeth Vigée-Lebrun. La reina María Antonieta con una rosa. 1783. Palacio de Versalles.

Bárbara Rosillo es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla. Su tesis se titula » La moda en la sociedad sevillana del siglo XVIII » y ha obtenido la calificación de Sobresaliente cum laude. Si os interesa leer más interesantes escritos suyos, no os perdáis su blog: www.barbararosillo.com

Bárbara Rosillo, Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla

11 Comments

  1. Fascinante la vida de María Antonieta. Gracias a Barbara Rosillo por este interesante articulo .

  2. Muy interesante este repaso histórico.

    No te pierdas hoy mi look lady-rock con una blusa romántica y stilettos muy cañeros!
    .
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    ❤ Besos de http://www.withorwithoutshoes.com
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  3. elena sanz says:

    Magnifico e instructivo artículo.
    Enhorabuena Barbara.

  4. Fascinante!!!

  5. Me ha encantado esta historia de María Antonieta en la que se refleja su pasión por la moda…no conocía esta faceta suya y es muy interesante!

    Besitos,

    https://looking4theblacksheep.blogspot.com

  6. Muy interesante!!!

    Saludos desde León (España)!!!
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  7. Muy interesante!!! os recomiendo el Blog de Barbara, además de cultísima, es la que mejor ilustra los artículos, del mundo.

  8. Buenísimo el blog de Bárbara

  9. Muchas gracias Bárbara por este interesantísimo personaje y porque tus entradas sean tan curradas, enhorabuena.

  10. Muy bien documentado y mejor relatado.
    Enhorabuena a Rosillo
    http://www.amigosyarte.com

  11. Me encanta la historia de la moda, y me gusta tu post sobre María Antonieta es genial.

    ¿Quieres saber sobre mujeres influyentes?

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