Palmeras en la nieve, una apasionante historia de amor

Pocas veces una adaptación cinematográfica de una novela de éxito cautiva por igual a lectores y a espectadores. Y menos si la novela en cuestión es un best seller de casi 800 páginas que ha de ser resumido en poco más de dos horas.

Pero Fernando González Molina ha logrado lo que parecía imposible. Él y todo el equipo de Palmeras en la Nieve, la gran apuesta de Warner Bros y Atresmedia para esta Navidad.

Palmeras en la Nieve se define con dos palabras: superproducción y amor. Superproducción porque no tiene nada que envidiarle a los peliculones de Hollywood rodados con miles de extras, suntuosos decorados y grandes posibilidades. Amor porque el guion de Sergio G. Sánchez, magnífica adaptación del texto original de Luz Gabás, entrelaza tres historias de pasión, dos de ellas con sesenta años de diferencia y otra más que pervive en silencio, discreta y resignada, durante esas seis décadas.

Los escenarios son el primer elemento que conquista al espectador. Tanto en la primera parte del filme, con un evocador y tosco paisaje nevado en el Pirineo de Huesca, como en el grueso de la historia, que transcurre en los últimos años coloniales de Fernando Poo, actual Bioko, cuando formaba parte de la Guinea Española. Playas paradisiacas, plantaciones de cacao infinitas, sugerentes manantiales escondidos… todo en estos escenarios resulta majestuoso, si bien en realidad se encuentran en Gran Canaria y Colombia, no en la actual Guinea Ecuatorial. Espléndido trabajo de fotografía, por tanto, de Xavi Giménez.

Pero una película se sostiene con los actores y para ello Palmeras en la Nieve cuenta con un reparto de ensueño: Mario Casas y Berta Vázquez son los grandes protagonistas junto a Adriana Ugarte, pero ojo con perder de vista a la inmensa Macarena García o al gran Emilio Gutiérrez Caba, del que a estas alturas poco se puede descubrir más allá de su indudable maestría.

Mario y Berta dan vida a Kilian y Bisila. Él, hijo de colonial, vuelve a Fernando Poo (donde nació) para hacer fortuna junto a su hermano. Allí conoce a Bisila… y hasta aquí puedo escribir. Pero esta historia de amor cobra fuerza sesenta años después, cuando un descubrimiento inesperado de Clarence (Adriana Ugarte) destapa los secretos escondidos de una familia en la que el amor, el honor y la lealtad han jugado un papel clave.

Más de 70 actores, 2.200 extras, 250 técnicos y catorce semanas de rodaje han hecho posible Palmeras en la Nieve, una película nominada a cinco premios Goya (incluidos mejor dirección de producción y mejor canción, interpretada por Pablo Alborán) y un premio Feroz (mejor música).

Hace unos días me encargué de organizar para Warner Bros un preestreno exclusivo de esta gran película para reconocidos influencers al que también asistieron el director Fernando Gónzález Molina y los actores Mario Casas y Alain Hernández, protagonistas de la película!! Que suerte tuvimos de poder conocerlos personalmente!!

Esta película es un auténtico regalo para todos los sentidos que nos deja la Navidad 2015, en cines a partir del 25 de Diciembre. No os la perdáis!!